Eras mi mayor felicidad, eras como mi forma de olvidarme de los problemas y de las complicadas filigranas de la vida. Quiero que sepas que nunca, y eso que no sé cuanto tiempo más voy a vivir, nunca te voy a olvidar, que te recordaré en mis sueños, en mis recuerdos, en todos los sitios a los que solíamos ir, en todas las cosas cotidianas que rellenamos con nuestra alma. Estés donde estés ahora y siempre, y aunque sé que no vas a volver nunca, nada cambiará en mí, guardaré tu energía y tus palabras en algún recoveco de mi fuero interno, dónde pueda encontrarlos a cada momento, porque si la distancia hace el olvido, no tienes ni idea de cómo te siento aquí a mi lado, como si nunca te hubieras marchado poco a poco durante aquél invierno tan frío. Sé feliz allá donde estés, allá donde vayas, nunca renuncies a esa sonrisa tuya que hizo que tantos momentos fueran ''los momentos''.
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