Mi amor platónico, déjame robarte el adjetivo

Hay personas que son, simplemente, especiales. 
Y él es una de ellas
Que cautivan con los ojos cada vez que te miran, que atrapan con las palabras en vez de con las manos, que también. 
Es como si no pudiera hacer nada para remediarlo. Intento mantener la mirada al frente para acabar imaginando los besos en sus comisuras, siempre tan alegres y tan dispuestas. 
No puedo evitarlo
Lucho contra las ganas de besarle y acabo durmiendo en su boca, tan suave, tan loca. 
Y me pierdo
Me pierdo entre sus dedos y entre su pelo, en su olor y en su cuello y no, no me arrepiento, y nunca podría hacerlo. Y es que me muero por sus huesos, por sus besos y sus huecos, recovecos y reflejos, sus espejos y sus peros, sus suspiros y manías, por él todos los días.
Y le doy las gracias. Gracias por hacerme sentir viva.

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