Over the castle on the hill

Hola amigo, ¿qué hay de nuevo? Por aquí nada es lo mismo, todo ha cambiado. Y no sabes cuantísimo me alegro. ¿Que por qué? Porque pensé que en las pelis todo era muy fácil, que las oportunidades estaban en la esquina debajo de donde el protagonista vivía, así, esperándole. En la vida real eso no pasa, o eso nos dicen. Pero, ¿y si en realidad están en la esquina de alguna parte en la que todavía no hemos buscado? Así que no dudé, cogí la maleta y eché a correr. La vida es caprichosa y me trajo a esta ciudad tan increíble que me cautivó desde el minuto uno. Para que luego digan que no existen los flechazos. Já. Desde ese momento he aprendido tanto  que ni siquiera podría contártelo en cien líneas. Sólo te diré que me ha cambiado, para mejor, así que cuando volvamos a vernos no te asustes, solamente soy una versión mejorada de mí misma, más valiente, más independiente, más feliz. Eso último te lo prometo. Echo de menos verte, también a los demás, a mi familia y a los domingos de fútbol, merienda o sofá, o todo a la vez. Pero me gusta hacerlo. Añorar algo es señal de que dejas atrás algo maravilloso que te respalda y te ayuda a seguir creciendo. Y yo he sabido aprovecharlo, ya era hora. Quiero decirte que, en este momento de mi vida, no sé qué va a pasar mañana, pero sea lo que sea tengo ganas de afrontarlo y estoy dispuesta a sacrificar todo para llegar hasta el final. Lo siento si eso en algún momento llega a perjudicarte, pero necesito seguir construyendo, y sé que lo entenderás, porque en algún momento de tu vida, llegarás a este punto y sólo querrás seguir subiendo, contra viento y marea. Espero de corazón que te vaya bien, que seas feliz, que dejes atrás todo aquello que no te hace brillar, y que me llames de vez en cuando, total, los kilómetros sólo separan lugares, no personas.

Comentarios

Entradas populares