I'm a dreamer

Nunca me imaginé así, sentada con unos calcetines que me llegan por encima de la rodilla y una sudadera que traje de mi primer viaje al extranjero. Bueno, o sí. Puede que fuera lo que siempre había querido, pero nunca me había atrevido a permitirme imaginar. Hoy estoy aquí, frente al ordenador, con los ojos achinados del sueño acusado por las tres tazas de café que llevo, y sólo es mediodía. Aquí, con menos peso sobre mis hombros y más sobre mi alma, sobre mi cabeza, sobre mi persona. Pero sobre todo, con una enorme sensación de autorrealización, de tener la certeza de estar en el camino correcto, de confianza y fuerza para luchar con todo lo que venga, se vaya o simplemente deje de existir. Las barreras nos las ponemos nosotros mismos al pensar que no somos capaces, pero qué maravillosa sensación la del acoso y derribo perseverante. Qué maravilla crecer, evolucionar, hacer la metamorfosis y ponerse unas zapatillas nuevas. Ahora sí, cuidado que voy y estoy ardiendo.

Comentarios

Entradas populares