Near, far, wherever you are.
Me habría bastado con un te quiero sincero. De verdad,
aunque no te lo quieras creer, a pesar de que parezca palabrería, habría
bastado. Así al menos ahora me quedaría el consuelo de saber que fue de verdad,
que cuando nos quisimos lo hicimos bien, y no esta terrible duda de saber si de
verdad deseaste con todo tu ser estar conmigo o simplemente fui un placer.
Fuiste como el agua entre las manos, tanto en tan poco tiempo que yo creí que
no podría soportar tantas cosas buenas, sabiendo que estar en la nube más alta conllevaba la caída más dolorosa.
Era mejor darnos todo aunque fuera poco, porque para ti siempre era
suficiente con que yo estuviera abrazada a ti, o eso decías. No entiendo cómo
pudimos llegar a esto, a olvidar de dónde venimos, de las promesas que nos
hicimos antes de que pasara nada más de lo que hemos tenido siempre, de esas
cosas tontas entre tú y yo. Y sí, te echo de menos, te pediría que volvieras a
mi lado para que no fueras el que me dejó sin vida, el que se fue poco a poco
pero muy rápido, y si tuviera otra vida, si volviera a nacer, volvería a
cometer los mismos errores contigo, pero esta vez conseguiría que no te fueses.
Pero no te voy a pedir eso, en realidad no quiero que vuelvas a besarme en
ningún semáforo, ni que me cojas de la mano por la calle, ni siquiera quiero
que me llames para ver cómo estoy porque hace tres minutos que no sabes nada de
mí. Que lo que quiero es que vuelva lo nuestro, lo que era de verdad nuestro,
lo de antes. Perdonarnos todo lo que hemos hecho mal, no olvidarlo, porque los
dos quisimos arriesgar, pero no por eso perdernos el uno al otro. Me pareció un
poco cobarde eso de desaparecer, pero y qué, teníamos miedo, es normal. Me
pediste que fuera fuerte, y te prometo que lo he intentado día tras día, pero
no puedo respirar igual sin ti porque tú eras la parte fuerte de mi debilidad.
Sinceramente, que no puedo vivir sin ti joder, que para mí ahora mismo ha
desaparecido la persona que mejor me conoce de todas las que me rodean, el que
se preocupaba por mí día y noche y me decía tonterías para hacerme reír cuando
no me veía bien. Tiene narices, que de todas las cosas que me podrías hacer,
hayas elegido hacerme falta, con lo que nos hemos dado, con lo que nos hemos
querido y de tantas formas. Necesito que mi mejor amigo vuelva.
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