Manifiesto

Eras tú, mi luz, mi guía, mi hada madrina, la causa directa de mis felices días. Vida desenfreada hecha a nuestra medida, luces apagadas, encendidas, cristales empañados, cajas vacías. Estuviste a mi lado y me hiciste ver que lo que vale es el mañana, no importa el ayer. Dijiste que lo más importante es la intención y que antes de juzgar hay que probar la sensación. Que da igual que conduzcas un trasto que un coupé, lo que se mira es que detrás haya sitio para hacerlo bien. Me enseñaste tanto sobre la vida que ahora mira, casi me cuesta respirar sin ti a mi vera diciéndome que cada espina se cura con una rosa nueva y que cada lágrima que llore hará que más me duela. Aquí dentro en el centro de mí enredadera, te digo que te sigo sintiendo cada luna llena, aunque en realidad, cariño, siento tu ausencia la noche entera. Cada mañana el ruido de tus pasos por el parquet trayendo el desayuno a la cama y haciendo de tu cuerpo un buffet. Y cada noche en la cama respirándome tan cerca y para quitarme el frío me abrazabas con más fuerza. Que quieres, mi amor, si me has dejado aquí tu olor, tus recuerdos, tus manías, tus versos y tu filosofía. Pero es lo que hay, como tu dijiste no hay cuento sin final.

Comentarios

  1. Es increíble como tu poesía recuerda al rap en algunas entradas. Eres fantástica ¡sigue así!

    ResponderEliminar
  2. Me encanta! desde que te descubri no paro de leer tus entradas son muy emotivas y llenas de sentimiento.
    Además me siento muy identificada, sobretodo ahora. Te diria sigue así ...pero sera mejor decirte ..no dejes nunca de escribir ;)

    Suerte.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares