El primer día del resto de mi vida

Vivo cada día la primera vez. Ese instante en el que te veo, y mis pupilas se dilatan, como cuando estamos a oscuras, para definir tus detalles, para verte mejor. Y, como si de aquella primera vez se tratara, me tiemblan las piernas mientras te espero mirándote venir hacia mí, y siendo precavida, pronuncia un 'hola' antes de que se me quiebre la voz. Se me pasan mil cosas por la cabeza que te diría, no sé, quizá lo guapo que estás hoy, como ayer, como siempre, como el primer día. Y te miro y vuelvo a descubrir un nuevo sabor en el chocolate de tus ojos, ¿cómo puede ser? Te sonrío mientras pienso que nunca llegaré a conocerte del todo, y no te imaginas lo mucho que me gusta eso.