Cierra los ojos y abre la boca

Es algo que a muchos les suena, que a otros les ataca los nervios, que a alguno no lo hayan sorprendido así nunca. Pero esa es la frase más bonita que he oído nunca. Porque es la frase que mi madre siempre me dice, porque encierra el amor más puro e infinito que existe y existirá. Esa frase que tanto enseña. Te hace dudar, ¿cierro los ojos o entreabro uno para ver qué se avecina?, te hace decidir, y te hace confiar, al abrir la boca y esperar algo, sin saber si será frío o te quemará la lengua, pero con la certeza de que, sea lo que sea, estará a la temperatura perfecta. Y de repente, te enseña a sentir, a saborear, a disfrutar de ese bocado tamaño ideal que se posa en tu boca. Y de nuevo sabes que, sea lo que sea, va a ser perfecto, y si le falta algo de sal, ella se irá y volverá con una corrección nivel experto, nivel mamá. Y es que tú sabes que ella siempre te va a dar la mejor parte, que soplará para no abrasarte la lengua, que no dejará que gotee o que te manches, ni que desperdicies una gota, una miga, ni un trozo, que su intención será siempre que te guste y hagas ''mmm'', y su mejor premio será tu sonrisa, incluso puedes rematarla con un beso para ver la suya. Y sabes también, que el ingrediente principal será siempre el amor, que viajará a través de tus papilas gustativas e irá a parar a algún sitio que liberará serotonina, y sentirás la felicidad absoluta que produce ella, él, el verdadero amor.

Así que, 
ya sabes, 
‘’cierra los ojos y abre la boca’’