Ghost
Son muchas las maneras de hacer como que todo está bien fingir que ya no existes que no me vistes por las mañanas de besarme las marcas que has dejado bajo la piel. Es por eso que me busco en los cristales cuando nadie me ve (a veces ni yo misma te veo venir) pero ahí estás, esperándome en los portales. Y de repente algo en mí se despierta, ruge, grita, patalea y recuerdo que levantarse es más fácil si no me callo y dejo la puerta abierta. De nuevo me busco la piel pero esta vez no te busco a ti sino a ella que toca y cura mis heridas para no escuchar más tu llamada infiel. Yo, que estaba acostumbrada a esconderme a contar las historias felices y dejar guardadas la pena y la rabia me he dejado caer en sus ojos verdes. Ahora vivir tiene mucho que ver conmigo y confieso que me asustan las sombras y aunque a veces sigo durmiendo con el dolor se queda fuera del perímetro cuando tengo su abrigo. Reconozco que me hipnotiza el miedo a seguir subiendo y seguir ganando excusas por si tropiezo