Recuerda que tú rechazaste ser la flor para mi vida

Hacía ya tiempo que yo había notado que esto se iba, que se estaba acabando, que nuestra historia se desvanecía y se escapaba por las rendijas de la persiana, que esto estaba llegando a su fin. Pero nunca he querido asumirlo, si no, te habría olvidado antes, que es lo que llevaba 22 meses intentando hacer, porque desde el primer minuto que me enamoré de ti supe que ibas a ser mi maldición, mi puto vicio, el que cambiaría mi forma de ser, de pensar, y me atrapó en unas redes que no sería capaz de abandonar. Nunca conseguí que me quisieras de verdad, aunque me lo prometiste aquél verano, tú y yo sabemos de qué estaban hechas nuestras promesas. He llorado mucho por ti, tanto que ahora mismo no me sale ni una sola lágrima de los ojos, esos en los que tú te asomabas desde la penumbra de la habitación, porque no me quedan para ti, porque cada tío en mi vida tiene un número de lágrimas y tu ya las has gastado. Esto me duele y no sabes cuanto, después de tantos esfuerzos por llegar a ti por todos los lados, pero me llevo algo positivo de mi vida contigo, y eso que no quiero volver a tener a alguien como tú, que no vale la pena darlo todo por una persona que no daría la cara por ti. Pude ser tu princesa, pude ser la dueña de tu castillo, pero preferiste dejarlo correr. No quisiste arriesgar por miedo a perder. Pero te diré una cosa, quien no arriesga no gana, así que ahí te quedas, que yo voy a seguir viviendo sin ti pero con el doble de ganas.

Comentarios

Entradas populares