De repente desperté

Me rendí. No llegué a pensar que llegaría este día, pero al final me he cansado de la misma historia. Me di cuenta, como quien no quiere la cosa, que en realidad nunca estaba cuando le necesitaba, que no pensaba en mí cuando se iba, ni cuando no me veía. Ni siquiera sabía de qué color me gustan las rosas. Y ahora me he quedado fría, sola, vacía, como un paraíso sin manzanas. He dejado todo lo que más quería y juro que no volveré a caer en su magia, que no voy a hacer más el tonto, que la situación me ha superado y paso ya de todos los culos. 

Comentarios

  1. pues mejor sola que mal acompañada (aunque al principio cueste). Un abrazo y ánimo nena!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares