Serás siempre ese sueño que quizás nunca podré alcanzar

Hay días en los que las horas solo son como cuchilladas, y la almohada no consigue apagar los gritos de mi cabeza. Días en los que pienso que sería mejor no ser, para no sentir el lado vacío del sofá, para no tener que tumbarme con el móvil a mi lado esperando a que suene con noticias tuyas. Me engañaste como se engaña a un niño, me marcaste, me hiciste realidad mientras fui tu sueño, pero te fuiste tan rápido que no me dio tiempo a coger aire. Y ahora me ahogo. Lo malo de tener algo muy bueno, es que cuando lo pierdes, el agujero es más y más grande. 
Y nos iremos olvidando hasta ser dos desconocidos con un puñado de recuerdos en común.

Comentarios

Entradas populares