That's how the story goes
Estábamos tirados en el suelo. Mirando los bichitos pulular por encima de nosotros. Era medio de día medio de noche. El sol se caía igual que mis ganas de volver a casa. No podíamos dejar de mirarnos, como quien descubre un tesoro. Teníamos mil palabras. Palabras que sin decir nada explotaban entre nuestras miradas. Porque te miraba a los ojos y sabía que ha llegado el momento. Porque te abrazaba y nos bastaba el silencio. Y cuando me besabas sonreías sin prisa, y una mariposa más nacía en mis entrañas.
Me mata(ba)s.
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