Something for little things,

Las personas se proponen un cúmulo de metas en la vida; llegar a ser lo que quieren, encontrar el amor verdadero, formar una familia, tener una casa con jardín, tener una cama de tres metros de ancho, e incluso algunos planean qué canción quieren que suene en su funeral. Yo no quiero vivir una vida planeada al milímetro, quiero ser lo que sea, ser espontánea, improvisar. No pretendo encontrar el amor verdadero, estoy vacunada contra esa enfermedad. No quiero formar una familia, quiero vivir mi vida. Y no quiero una casa con jardín, quiero un piso en el centro de Manhattan. Cuanto más pequeña sea la cama mejor, con más fuerza me abrazarán. Y no, nunca he pensado en qué canción quiero que suene en mi funeral, ni siquiera quiero que me hagan uno de ésos. Me he dado cuenta de que la meta más importante de todas, la que está escondida detrás de todas las demás, es ser feliz. Da igual cómo, con quién o cuando alcances el estado de felicidad, pero para llegar tienes que darte cuenta de un pequeño detalle, la felicidad está en las pequeñas cosas.