Aunque a estas alturas un último esfuerzo no valga la pena.

Ahora que ya me he dado cuenta, que he entendido la moraleja de todo esto, ya sé cuando dejar de intentarlo, cuando dejar de tirar de la cuerda porque ya no hay más que sacar de ahí. No puedes forzar a alguien a que te quiera, además no tendría valor, sólo tendría sentido si estuviera contigo porque quiere, eso sí satisface. Pero ahora ya no es así. Sólo los que se aferran al pasado sufren. Por eso yo he seguido caminando y sonriendo ante todo, porque he entendido que lo que nace se apaga, que el amor, ni la amistad, ni siquiera la lealtad es para siempre, tienen fecha de caducidad, y nosotros no tenemos poder alguno para cambiar eso. Ese toque de magia que nos invade a veces va y viene, no hay que salir a buscarlo. Yo no creo en esas cosas del destino, pero no te preocupes, que la suerte volverá cuando sea el momento, y que las sonrisas son demasiado bonitas como para renunciar a ellas tan fácilmente, ¿no crees? Hay que seguir caminando y mirando hacia delante, y sí, de vez en cuando no es malo pararse a flotar en el pasado, pero mejor si es para aprender de él, no te quedes allí demasiado tiempo o te hundirás en él. Aprende del ayer, vive el hoy y no planees el mañana, ya vendrá. Yo aprendí, entre otras muchas otras cosas, que quien te quiere te busca, y no hay más vuelta de hoja. Ten claro que si alguien encendió esa chispa dentro de ti y tan pronto como vino se fue, es porque no estaba hecho para ti. Y vuelvo a decir que no creo en el destino, ni en nada que se le parezca, pero sí creo que hay ciertas personas que encajan mejor con cada uno de nosotros, y si con alguien no ha funcionado es que no era una de ellas, por lo tanto, mejor dejarlo ir, que se vaya y no vuelva. Es maravilloso pensar que podemos elegir nuestro futuro con nuestros actos, nuestras palabras, nuestras acciones y nuestra magia interior, que para nada hay algo escrito. Pero de momento, yo prefiero quedarme aquí, perdida en vasos de ginebra muy fría, sintiendo su ardor y sus escalofríos, intentando buscar esa sensación que me provocabas tú. No es que no pueda olvidarte, es sólo que no quiero dejarte ir.

Comentarios

Entradas populares