Dame el tiempo que no te haga falta y prometo invertirlo en caricias en tu espalda.

Enredarnos hasta que se confundan nuestras piernas y probar cada beso como si fuera el primero que mis labios han sentido. Tentar el destino y sufrir el contigo el peor de los castigos. Explotar por dentro al sentir tus manos en todas las partes de mi piel y que tus brazos sean mi abrigo. Matarme a cosquillas con las yemas de tus dedos en mi ombligo, en el peor sitio de mi cuerpo conocido. Hacer lo que no está escrito y saber que he sonreído cada vez que mi barriga con tu lengua has recorrido. Enterrarnos bajo las sábanas y que las ganas se deshagan con el roce de tu cuerpo contra el mío. Dormir abrazados y despertar porque me destrocen los oídos tus latidos. Repetir cada día y cada noche sin importar nada más y escribir sobre tu espalda que eres y serás lo más grande que he tenido.

Comentarios

Entradas populares