Te regalo mi amor, te regalo mi vida.

Sabía que eras fugaz, que no te gustaban las ataduras ni los compromisos, que eras libre simplemente, y aun así me arriesgué. Quise hacer que te quedaras en un sitio, que te quedaras conmigo, pero sabía que era una misión destinada al fracaso, era evidente. Era muy improbable que yo te bastara, y se cumplieron las sencillas estadísticas. Yo sabía que con el tiempo te irías inevitablemente, y aun así, no me arrepiento de nada.

Comentarios

Entradas populares